Los pueblos antiguos comparten su concepción de la realidad. En general se consideran tres planos básicos: el cielo, el suelo y el subsuelo.
El suelo, cuya forma es circular, está cubierta por el cielo que se estrecha en el horizonte. El cielo es el hogar de los héroes ancestrales y de los seres sobrenaturales.
Algunos mitos explican que el cielo era sostenido por unos apoyos gigantescos situados en los extremos de la Tierra. Esta idea de grandes pilares o apoyos que sujetan el cielo, también es recogida por otras mitologías, por ejemplo, la china.
Los aborígenes australianos sentían un gran respeto por la figura del chamán, de quien se decía era capaz de viajar del plano terrestre al plano celeste, mediante una serie de rituales y utilizando ciertas semillas de árboles que se hallaban entre el cielo y la tierra.
El plano subterráneo, era un plano inferior de la Tierra, con la que tenía un mayor parecido que el cielo. Este plano, situado por debajo del terrestre, estaba ocupado por gente que se parecía bastante a la que ocupaba la Tierra. Otros relatos sostenían que el subsuelo es un plano más oscuro y que está vacío, deshabitado.
Luis Royo
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